El vivac es la esencia del alpinismo, una frase de las tópicas que nos rodean pero que dentro de lo manida es muy real. Y en estos tiempos pandémicos es la única opción cuando todos los refus están cerrados por absurdas decisiones federales/gubernativas.
Así que para estrenar que me dejaban volver a trabajar* Y las ganas de Jesús que no esperó ni dos días a llamar en cuanto nos dieron luz verde, apostamos por la NE de la Torre Santa María.
Sin refugio, la cueva de la Fragua se nos antoja triste e ir al monte es una celebración , asi que como dan bueno vamos en plan ligerin con el toldo a buscar donde pincharlo por las barrastrosas.
Poca gente, dan bueno, hace frio y no hay gente, yo cada día entiendo menos. La que encontramos presta, Chus y Julio, Paula y Mario, superamos la Fragua y nos quedamos solos en el macizo. Que locura, aunque viviendo los tiempos que corren sería mas correcto decir: que cordura estar aquí...
Plantar el toldo al sol en un reducto de hierba, algo escorada para que nos vamos a engañar pero mas vale hierba escorada que nieve plana.Fundir nieve, el rugido del quemador, solete, sin viento. Que no hay palabras para describir esos ratos. Fotos al atardecer que hacemos subidos al cueto que domina nuestro campamento.
Enviar fotos, apartar el movil, baja el sol y las sombras van engullendo el paisaje y con ella llega el frio que nos empuja al saco y los fideos.
Charlamos hasta la oscuridad negociando el despertador, tenemos claro que a la NE hay que entrarle de noche , asi que las 5 es la hora, me arrebujo maldiciendo no haberme desacargado ningún podcast y a mi insomnio perenne a partes iguales. Jesús pliega y ronca.
Son las 5, rugido, galletas y en pie. Recogemos que eso es vivaquear... Y andando.
La entrada por la derecha ya está pelada así que rodeamos el riñón de roca y entramos en tractor hasta que ya lo suyo es empezar a largos, sigue siendo de noche, esquivamos el rimayón, que es abril...
El primer resalte se deja, incluso meto un tornillo por aquello de estrenar los nuevos de Camp que sino hasta el verano en alpes se van a quedar en el garaje.
El segundo ya es otro cantar, hielo escaso , que da paso a la roca y termina en la canaleta que entre tierra asomando nos deposita en el hombro de la aguja. El terreno aquí pierde inclinación pero esta salida que es compartida con la de Tito, la NW y mas arriba con Arrieta etc, se puede complicar pues es terreno muy propenso a las placas de viento. No es el caso y en dos tiradas una de ellas alargadas nos plantamos bajo el diedro final del Marqués.
Un buen colofón a una temporada invernal bastante chunga por las limitaciones del toque de queda y perimetrales, que llevé a rajatabla y me dejo sin probar la Peñasanta por primer invierno en muchos. El que viene será mejor... !!!Por la cuenta que nos trae!!!
(7 meses parado por el articulo 33 de una consejera de turismo que parece mentira sea de Cangas de Onís y se apellide Piñán. Ella sabrá porque asfixió a un sector siendo la única autonomía que lo hizo sin argumento alguno y sin mejorar ni medio ápice sus números... Que cada palo aguante su vela).
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